Saturday, March 10, 2007

Sentados frente al ocaso que enrojece

Frente al océano que avanza lento hacia nosotros,
Frente a la noche que se acerca y explota con sus olas
Frente el cielo anaranjado movido por las aguas

La miro sacudirse con el soplo débil del viento salinero
Y miro su rostro sereno sin decir una palabra

La miro entre el humo del tabaco negro
Con nuestras sombras camufladas, esparcidas en la arena
Con la playa medio oscura y medio iluminada
Con nuestros pies rozando más de cerca la marea

Sentados frente al ocaso que enrojece
Toqué solo la punta de sus labios

El resto fue de la noche